Hace unos meses, imaginabas cómo serían. Ahora, te han dejado conocerlos. Sabes sus problemas, cómo luchan por conseguir lo que quieren. Te dejan ver sus sueños, a lo que aspiran, te hablan desde la experiencia y siempre regalan buenos consejos.
A veces, te hacen amenas las horas, se fijan en cada detalle y lo recuerdan. Te elogian y, aunque no te lo creas, no deja de hacerte sentir bien.
Te contagian la ilusión y la sonrisa, el buen humor que cambia los días de desesperación.
Somos diferentes y sin embargo hay algo que nos une. Es muy probable que algún día coincidamos en un sitio distinto y en otras condiciones. Ojalá ese día nos podamos reír de estos últimos encuentros y solo recordemos lo que nos hizo sentir bien.
Demasiados acontecimientos han tenido lugar para que estemos donde estamos. No me conformo con llamarlo "casualidad".
No sé qué pasará a partir de ahora. Y no entiendo de rivalidad cuando estamos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario