Pensar qué es o no lo normal es lo más ilógico. Tal vez, anormal.
Lo normal es perfecto y aburrido. No somos ni una cosa ni la otra.
He dejado atrás todo tipo de criterios absurdos, y me he dedicado únicamente a coleccionar los rayos de ilusión que vas dejándome en el camino. No te merezco, lo sé; pero no me conformo con no verte, con no escucharte, con no hablarte. Soy egoísta, y ahora que he encontrado lo mejor para mí, no estoy dispuesta a perderlo.
Sé cómo eres y puedo ver tus imperfecciones tan perfectas que el cambiarlas sería cambiarte y no lo pretendo, no lo pretendas. Sería hipocresía decir que eres perfecto, o gritarlo a los cuatro vientos para que todo el mundo sepa que todo va bien. No es neceesario.
A esas imperfecciones que hacen que nada sea artificial.
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