Aprendí ....
el significado de ser una bajonera, que no hace falta apuntar una canción para recordarla (que bote que bote que bote que bote Luis? Que bote que bote … :S), que toda cuidad es bonita cambiando los tejados cada año, que podemos viajar en vaporeta, que alguna vez podríamos ser candidatos a piernas sexys, que siempre debemos apostar por las intuiciones, que hay cosas en la mesilla de noche que pueden hacernos ir a pique, que puedes dar golpes a la pared intentando que la habitación dé vueltas, que puedes poner la fecha de tu boda aunque caiga en miércoles, que casi todas las fechas tienen su canción (20 de abril del 90….1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo…) y que se pueden cantar todas en un minuto, que te puedes rebelar y decidir que no te quieres poner el pijama, que puedes dormir al fresco solo por ser perdedor, que se pueden hacer 7 comidas al día y no morir en el intento, que puedes hacer una conga y entrar a la discoteca haciendo el mongui (a la discoteeeca ¡pachín! a la discoteeeeca ¡pachín! a la discoteeeeca ¡pachín! ¡pachín! ¡pachín!), que te puedes levantar a los días con tu banda sonora aún dando vueltas por la cabeza ( demacre touuur larala lala lá demacre touuur larala lalá lalalá) e incluso pensar en aquel vino también con su canción (“el vino peleón… el vino peleón…”), que se puede hacer un desfile de medio metro promocionando tu nueva bufanda, que duermes encima de todo lo que se “pierde”, que Pepe y Pepa te pueden ayudar a superar un miedo, que no hay nada tan penoso como esos gestos, que conozco todas las ciudades (qué plaza, qué iglesia, qué buena gente…), que se puede hacer con un pañuelo que manolita se quite 40 años de encima, que no se puede ir haciendo grafittis si solo vives tú en el pueblo, que puedes ser carmen sevilla siempre que quieras, que puedes dormir tres horas al día y sin problema, que pueden pasar mil cosas que modifiquen los planes.
Aprendí que la complicidad nunca deja de crecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario